viernes, 5 de febrero de 2016

Todos somos movilidad

El “hacer motociclismo” conlleva la responsabilidad de, tanto adquirir, como compartir conocimientos; así como el plus de hacer activismo, dentro del cual, en una ocasión, en una junta con Laura Ballesteros, quien proponía en el 2014 la Ley de Movilidad, le comenté que muchos motociclistas somos polifacéticos y comprendemos, mucho más que los demás, las diferentes ramas de la movilidad, ya que por ejemplo en mi caso, soy peatón, cliclista, motociclista y usuario del transporte público. Esto lleva a esclarecer la base para lograr una movilidad óptima: que es el comprender todas y cada una de las diferentes categorías que forman dicha movilidad. Si bien lo magnífico sería que todos viviéramos la experiencia de ser taxistas, transportistas o andar en patineta por al menos una semana para comprender las obligaciones, derechos y necesidades que cada uno de estos medios ofrece, es algo difícil de lograr, pero que demuestra que vivimos en el ego de nuestra propia vida encasillada a un automóvil o un taxi, lo que lleva a que el automovilista no quiera al motociclista, el taxista no quiera al micorbusero y los automotores odien al peatón.
Entonces con todo esto nos podemos dar cuenta que la problemática nace al no ser al menos empáticos con nuestros co-ciudadanos, lo que significaría, que si no podemos tener la oportunidad de vivir una semana en sus zapatos, al menos abrir nuestro entendimiento para hacerlo desde afuera, esto es empatizar o ponerse en el lugar del otro, al menos con la imaginación. Al lograr esto sería más fácil la convivencia vial y nos odiaríamos mucho menos cuando nos encontramos en diferentes alternativas viales o diferentes medios de transporte.
Todos somos movilidad, ya que a pie o en avión, te estás transportando, todos vivimos en esta ciudad, bajo normativas bien que mal logradas pero que debemos de respetar y si respetas a tus vecinos-ciudadanos, la convivencia será mucho más amena y ágil, ve de buenas, sonríe y cede el paso, verás que cuando te digan un “gracias” te sentirás genial y buen ciudadano.

Entonces la próxima vez que vayas en tu auto y se te atraviese un peatón, recuerda que tú también has caminado… cuando vayas manejando ese trolebús y lleves a un lento ciclista a tu derecha, dale el espacio de metro y medio con gentileza, porque recuerda que un familiar tuyo anda en bici… y cuando estés en tu auto en pleno tráfico detenido y una moto se adelante entre carriles, lo que hoy ya está permitido en el nuevo reglamento de tránsito, no refunfuñes y odies al motociclista, mejor, en la próxima concesionaria de motos, bájate a comprarte una y vive la experiencia.