El “hacer motociclismo” conlleva la responsabilidad de,
tanto adquirir, como compartir conocimientos; así como el plus de hacer
activismo, dentro del cual, en una ocasión, en una junta con Laura Ballesteros,
quien proponía en el 2014 la Ley de Movilidad, le comenté que muchos
motociclistas somos polifacéticos y comprendemos, mucho más que los demás, las
diferentes ramas de la movilidad, ya que por ejemplo en mi caso, soy peatón,
cliclista, motociclista y usuario del transporte público. Esto lleva a esclarecer
la base para lograr una movilidad óptima: que es el comprender todas y cada una
de las diferentes categorías que forman dicha movilidad. Si bien lo magnífico
sería que todos viviéramos la experiencia de ser taxistas, transportistas o
andar en patineta por al menos una semana para comprender las obligaciones,
derechos y necesidades que cada uno de estos medios ofrece, es algo difícil de
lograr, pero que demuestra que vivimos en el ego de nuestra propia vida
encasillada a un automóvil o un taxi, lo que lleva a que el automovilista no
quiera al motociclista, el taxista no quiera al micorbusero y los automotores
odien al peatón.
Entonces con todo esto nos podemos dar cuenta que la
problemática nace al no ser al menos empáticos con nuestros co-ciudadanos, lo
que significaría, que si no podemos tener la oportunidad de vivir una semana en
sus zapatos, al menos abrir nuestro entendimiento para hacerlo desde afuera, esto
es empatizar o ponerse en el lugar del otro, al menos con la imaginación. Al
lograr esto sería más fácil la convivencia vial y nos odiaríamos mucho menos
cuando nos encontramos en diferentes alternativas viales o diferentes medios de
transporte.
Todos somos movilidad, ya que a pie o en avión, te estás
transportando, todos vivimos en esta ciudad, bajo normativas bien que mal
logradas pero que debemos de respetar y si respetas a tus vecinos-ciudadanos,
la convivencia será mucho más amena y ágil, ve de buenas, sonríe y cede el
paso, verás que cuando te digan un “gracias” te sentirás genial y buen
ciudadano.
Entonces la próxima vez que vayas en tu auto y se te
atraviese un peatón, recuerda que tú también has caminado… cuando vayas
manejando ese trolebús y lleves a un lento ciclista a tu derecha, dale el
espacio de metro y medio con gentileza, porque recuerda que un familiar tuyo
anda en bici… y cuando estés en tu auto en pleno tráfico detenido y una moto se
adelante entre carriles, lo que hoy ya está permitido en el nuevo reglamento de
tránsito, no refunfuñes y odies al motociclista, mejor, en la próxima
concesionaria de motos, bájate a comprarte una y vive la experiencia.