02/01/2025

"Qué triste es mi historia" Cap. 1

Este blogg se inició como parte de la terapia de una persona, teniendo que escribir su duelo, después se continuó el blogg como diversos temas, ahora, desafortunadamente, la terapia regresa para tratar un duelo que nunca creyó volver a atravesar. Después de 15 años de relación, de ver la alegría y pasar por varias vivencias como humano imperfecto, nuevamente intentará atravesar el trance y, en el acto, tratar de ayudar a personas que no se atreven a externarlo o a leer que no son las únicas en este sendero obscuro y lleno de espinas y aguijones.

Así que estimado lector, si tú no estás atravesando una situación similar, te invito a que también te quedes, pero que te quedes de una manera diferente, como aquel actor Heath Ledger que interpretó al Joker en “The Dark Knight”, no obstante, con la diferencia de que no te vuelvas loco ni te suicides, solo intento que hagas lo que hizo él para lograr tan fuerte actuación y sobre todo, comprender al personaje para meterte en el papel de la “persona en cuestión”, de tal forma que creas, pienses y sientas que eres tú, para que así y solo así, puedas lograr cambios positivos en tu vida, ya que siempre leemos o vemos historias, pero damos por sentado todo en la vida, tan es así, que no valoramos momentos, no nutrimos al amor y no comprendemos que una de las mejores cosas en la vida, es llegar al final de tus días con una persona que esté a tu lado y te ame, pero para ello, ambos deben luchar, así que, víctima o espectador, siéntate a leer y con ello, valorar lo que tienes en tu vida o lo que vas a tener; si ya lo perdiste, aprender de ello y prepararte para lo siguiente, porque vida, solo hay una y es muy, muy cortita y como ya expusimos en otro post de este blogg, “¡te vas a morir!”, por ende, reactivemos la lectura y coadyuvemos al tema con comentarios, de antemano, gracias.

Nota: se han puesto optativos los géneros con el comodín “x”, por lo que puedes leerlo como hombre o como mujer, para que sea más realista para tu vida. Cuando hablamos de “elle” es “él” o “ella”, cuando decimos “fríx” puede ser “fría” o “frío”. 

 

Hoy, es la noche del 1° de enero del 2025, descendí del auto y fui a abrazar a mi santa madre, que se encontraba en el asiento trasero para despedirme, mujer sabia de noventa y tantos, pequeñita pero aún con ganas de vivir, a pesar de estar sola y haber sepultado a 2 maridos. Está preocupada por mí, muy preocupada, pues no pude ocultarle la situación ante mis evidentes lágrimas y sollozos y cuando me preguntó “¿y dónde está?”, tuve que decirle que ya no quería estar conmigo. Sus palabras me hierven en el pecho al escuchar “todo se puede perder, pero menos tú, que eres de lo más preciado para mí, porque ¡Vales Mucho!”, palabras que me recuerdan similares que me dijo mi amiga la doctora “No te supo valorar, sí, tienes errores, pero no te supo valorar, ¡ya sal adelante, a la chinada y sal adelante porque no te valoró, no supo ver en ti todo lo que tienes y no supo luchar por su amor!”.

Abracé a mi madre diciéndole: “ya no puedo, ya no quiero, estoy tan cansadx de esta vida, que ya no puedo”, mi madre solo me decía “ánimo, adelante, a la basura con esx que no te valoró, todo le diste y estuviste ahí, nadie es perfecto, pero estuviste y regresaste ahí. Mejor vente con nosotras y te quedas a dormir allá”, al ver y sentir mis lágrimas y sollozos me pedía que me fuera con ella, ganas no me faltaron, pero quería estar solx para desfallecer. Me despedí de mi sobrina, que lloraba conmigo y nos abrazaba a ambas, la entiendo, esa impotencia de no poder alegrarle la vida a tu ser querido que se está muriendo por dentro es horrible. Las abracé, las besé y subí al departamento en donde, en cuanto cerré la puerta me puse a llorar como cerdo en matadero, y a pronunciar su nombre una y otra vez y a preguntarle “¿cómo es posible que tú estés tan contentx y yo muriéndome aquí? ¿si fueron 15 años de relación en donde yo todavía te amo con todo mi ser?”.

Este vacío del pecho es con el que no puedo, el estómago me duele, los labios partidos y la boca seca, tal parece que la saliva se convirtió en lágrimas por llorar la ausencia de esa persona quien creí que vería mis días llegar a su fin, como esa canción que le dediqué de José José, “Mientras llueve”. No obstante, se fue diciéndome que ya no me amaba.


 Dos cosas que forman un ácido que quema el ser, primero, me gusta la navidad, el año nuevo, me gustan las fiestas y mandar mil mensajes de cariño a mis seres queridos, y, la segunda, que es realmente la primera: desde que estuve en secundaria y regresé de la morgue a la que no entré porque no quería traumarme más, fue la primera vez que me dije a mí mismx “si bien la vida es un error, si bien hay muerte después de toooodo lo que hacemos en ella, si todo es perene, entonces, quiero encontrar a una persona que sea mi compañera hasta que me vaya de este plano, quiero amarle de regreso y que sepa que es así, además de saber también, lo que dicen los adultos ‘el sexo se acaba, solo quedan las vivencias y la convivencia’, así que quiero a esa persona que, aunque se nos acaben las ganas de la cama, nos sigamos besando, viajando y creando momentos juntos”. Creí que había encontrado a esa persona, hasta que el sábado 21 de diciembre, todo cambió y me destrozó la vida y la fe en el ser humano, la poca fe que pudiera tener.

Antes de irnos a una pre cena navideña, le dije que me tratara con más cariño, que estaba rarx, me dijo “yo sí te amo”, mientras elle estaba en la sala y yo en la cocina. Debí a provechar el momento y salir corriendo a abrazarle, pero por miedo, me quedé ahí y luego saliendo, solo le dije “bueno”, o algo así, que ya no recuerdo. En la noche de regreso, yo venía inestable, irritable por las acciones de su familia ante juegos que no me gusta jugar y que sí, sé que son mi problema, pero que también para eso está tu pareja para entenderte, pero terminé jugando al sentirme presionadx. Como nunca elle me defendió y peleó en el juego por recuperar la caja que siempre me quitaban, en vez de valorarlo y no discutir, le dije que me sentía mal, fue una estupidez que debí dejar pasar sin hacer aspas, aunque después supe que eso no habría cambiado su decisión, le dije que apreciaba el acto y le saqué el tema nuevamente de que quería que fuera como me prometió antes de irse a Cancún, en Noviembre, que fuera más cariñosx, en esa ocasión me dijo que sí y lo fue, me abrazó y besó, pero al recordarle esto, me dijo, “es que yo ya no quiero estar”, al escuchar eso sentí mi pecho romperse como mil cristales en un abismo y caer al vacío, al tiempo en que mis lágrimas salían y decían “no es cierto, no es cierto, no es cierto”. Me dijo: “estoy cansadx, me siento estancadx, ya no me dan ganas de regresar al mismo lugar, no me gusta que siempre son gritos y sombrerazos y los reclamos de siempre. Quiero vivir lo nuevo que estoy experimentando, quiero vivir solx, quiero vijar, estudiar”. Ante esto y la desesperación de perderle, le respondí “¿estancadx? Pero si terminaste la carrera y maestría, ¿cansancio? Todas las parejas se cansan, pero deben de buscar espacios para descansar y volver a empezar, como llegar del trabajo, dormir y continuar al día siguiente. ¿Al mismo lugar? Aquí decidimos vivir, ¿vivir solx? Eso ya lo hiciste varias veces. ¿Viajar? Discúlpame si el problema que tuve y la pandemia me pusieron en banca rota, pero ya estoy saliendo para poder hacerlo. Vamos a eventos, tratamos de salir juntxs, he estado apoyándote en tus estudios, en tu superación. No somos los únicos que alcanzamos las rutinas, mira a la Doctora y su pareja, son nuestro reflejo y ahí están amándose, después de más de dos décadas y yo trato de tratarte bien porque me nace y no son gritos y sombrerazos”.

Continué con todas las razones para seguir junto con las soluciones y el que no había algo que mereciera terminar nuestra pareja, también le dije que esos “gritos y sombrerazos”, con lo cual me hizo sentir mal y esa frase “tu fuiste quien me alejó de ti”, fueron lo que más me dolió, aunque ya charlando con mis amistades, yo no le alejé de mí nunca, pues esos “gritos y sombrerazos” siempre era para que fuéramos mejores, para que me tratara bien o defendiera, para corregir cosas, comprendo que era corregir la forma, la famosa “forma” en que decimos las cosas, si bien nunca le falté al respeto. Alguna vez vi que su madre le hablaba fuerte y hacía las cosas, yo hice erróneamente lo mismo, pues le hablaba bonito y no hacía caso, debí decirle esto abiertamente, entonces, le dije que en esos gritos y sombrerazos le pedí siempre que me dijera qué necesitaba, cómo corregirlo, porque a lo largo de la relación cambié en muchas cosas para esa persona y puedo volverlo a hacer, lo he aprendido. Esa noche me dijo las tres cosas que le molestaban, le dije que tenían solución, pero que era la primera vez en años que con calma me decía los problemas y les vi la solución de inmediato, pero elle no quería seguir, entonces le dije ¿ya para qué me dices eso y como debe de ser si ya no quieres?

No le pude responder a que yo le había alejado de mí, porque tuve un error que ya contaré más adelante, pero le dije que si habíamos regresado era por algo y porque yo siempre elegí estar con elle, yo no quería estar con nadie más, pero creo que no lo comprendió y creemos que más bien había algo más…

Esa noche quedamos en que lo pensaría, que tenía la cabeza revuelta y que tenía que pensarlo.

Fuimos a cenar el 24 y se portó fríx y distante, en el celular todo el tiempo y sin platicar. Yo por dentro con miedo y pánico a que terminara y buscando qué hacer. Le atendí, le traté bien, pero cada día fue más distante. Siempre le pedí que me diera un beso antes de irse por las mañanas a trabajar, el último día no lo hizo.

Llegó el viernes, le llamé porque ya eran las 12:08 de la noche, me contestó, todo estaba en silencio:


Yo: Ya sé que no quieres que te moleste, pero ya es tarde y me preocupas.

Elle: No, ya voy para allá.

Yo: Pero aún estás en el trabajo.

Elle: por eso, ya voy para allá, voy saliendo…

 

12:27 pm, escucho que va llegando, 19 minutos después de la llamada, cuando de su trabajo al departamento corriendo se hacen 35 minutos.

 

Le dije que de dónde venía, me respondió que, de su trabajo, le dije que nadie hace ese tiempo ni corriendo, me dijo, “Es que venía por Constituyentes”, le dije que entonces porqué me dijo que iba saliendo y ahí fue cuando ya no pudo más que decir, “ya te dije que venía en Constituyentes”, a lo que le respondí, no se escuchaba ruido, venías de otro lado, en fin.

De ahí, me dijo que ya lo había pensado y que había dicho que, si ya no me amaba, me lo iba a decir, yo le dije que habíamos jurado que si eso pasaba, íbamos a luchar de la mano y sin soltarnos para revivir la relación. De ahí se fueron 3 horas en que le lloré, le imploré, me humillé, para que no se fuera, hasta que se recostó y a pesar de que le rogaba con razones para seguir adelante y que me decía no y aunque su mirada y la mueca de su boca decían “¿la estaré regando?”, me dijo que ya no, que se iría y le diera tiempo para sacar sus cosas. Lloré de desesperación y le rogué hasta que se quedó dormidx.

Me fui con mi hermana a llorar y a dormir, al siguiente día había sacado sus relojes, se había llevado su foto de graduación y había destrozado mi última esperanza en la humanidad, en el amor.

 

En esta noche comencé a relatarles mi historia, pues me dijeron que escribiera a diario lo que pasa, recordé la ayuda de este blogg y, aunque no quiero seguir, me puse a escribirles con las lágrimas que no dejan de salir al tiempo en que me escriben por whats y me dice que le siga, yo, solo sueño con que se equivocó y que me lo dice, con que me invita a comer y no se va, pero la realidad me hace chillar como cerdo porque ya no va a estar en mi vida, elle era mi felicidad y ahora me siento tan culpable de no haber hecho más que me digo ¡pendejx, pendejx, pendejx!

 

Ya son las 2:30 am del 2 de enero, elle se lleva sus cosas el viernes 3 y yo ya no quiero despertar, ya no le veo motivación a mi vida, era mi razón de vivir y, aunque comprendo que nadie es dueño de nadie, solo quería que me amara…