Exteriorizando: “Muchas
veces esperé que me preguntaran qué necesitaba, muchas veces tristemente no lo
recibí, me encontraba, como ustedes saben, en un momento donde un pozo negro,
me había absorbido y yo era una olla de presión a punto de estallar, aunque me
sentía el interior muerto, con un corazón como el del grinch, que se había
encogido hasta pensar que ya no lo tenía. Mis amigos, gracias nuevamente, me
ayudaban, me exhortaban a salir o simplemente vernos, para hacerme llorar con
canciones y así desahogarme y tratar de exiliar el dolor o simplemente
platicar, bromear, convivir, sin embargo algo me faltaba, algo preciso para mí,
algo exacto a lo que yo necesitaba. Con sus pláticas, con sus argumentos y con
la participación en este blogg, me sentía a punto de salir pero veía mi vida a
futuro sola, en medio de tanta gente que no sabe valorar, que no sabe amar, y
desistía de escuchar los consejos y volvía, en soledad y tras bambalinas a la
tristeza y frustración.
Una llamada llegó,
no la esperaba, era J, pidiéndome con todo el cinismo, después de estos meses,
lo material abandonado, en esos momentos, no piensas más que en los instintos
básicos de decir todo aquello que traes dentro en vez de colgar, pero continué
la llamada donde al fin no le permití más el cederle el control. Poco más de
una hora duró el evento, tratando de hacerle entender que estaba mal y J evidentemente
en su negación nunca aceptó el error con madurez, solo se justificó con su
mismo error. Tal vez sería lo último que hubiera esperado, el que al menos
comprendiera, pero a la insensatez humana no hay poder que la derribe y hoy ya
no me importa. Aunque terminé llorando por ser a quien “abandonaron”, en el
fondo me sentí mejor, volví a ser yo entre la incertidumbre que podría
gobernarme, pero estaba en pié, ya no estaba en el suelo con la humillación
encima. Mi sicólogo me afirmó, todo esto que no pude aterrizar en el momento,
me aseveró que era correcto el haber hablado con J para cerrar el capítulo, el
ciclo y que ahora sí me veía muy bien. El decir tanto, me sirvió de mucho, me
sirvió el decirle lo más “polite” posible, aunque con coraje, que su teatro se
le había caído y que ya no podía manejarme con sus choros mareadores, que son
solo eso.
Mis amigos acudieron de inmediato a
reconfortarme, sensación invalorable, después surgió una frase de la nada,
inesperada, pues muy pocas veces en la vida obtuve lo que realmente necesitaba,
“ya no pienses en eso, pues tu funeral
es un evento al cual no me gustaría ir”, frase que me despertó, me jaló del
hoyo, como ninguna otra, esa frase que me hizo sentir el primer pié fuera del
hoyo. Después surgió una obra de teatro y una prueba de manejo, que como
ustedes saben, es mi debilidad. Ese viernes, tomé el volante, arrancón, frenar,
acelerar, girar, rompiendo el eje donde siempre estamos sentados en un
vehículo, la sangre en mis venas, volvió a fluir, me sentí en plena vida
nuevamente al recibir justo lo que necesitaba. Después por la noche mi mamá nos
dio un sustito, al recibir la noticia pensé en la muerte, pero de alguien más,
de alguien importante, ahora era un impulso de la vida por seguir fuera del
hoyo. Solo fue una intoxicación, pero una gran lección para seguir donde me
habían sacado, en tierra firme y real.
Muchas cosas
pasaron, lo importante aquí es el volver a vivir, el volver a sentir, el ser
alguien nuevamente, el resurgir. Impresionantemente me ha pasado a tan solo 3
meses del abandono y traición, impresionantemente ahora sé que no me importa
más el seguir sufriendo por alguien que de verdad, ¡no vale la pena! Y vivir por esas personitas que nos llenan el alma,
por ese pequeño motivo. Sí, tal vez no me la creo, tanto cariño, tanto amor de
seres, aunque humanos, magníficos y que no me tienen resentimientos.
A pesar de que
cuando amamos tanto y nuestro amor se estrella contra la insensatez humana y
que de verdad nos sentimos morir y deseamos morir, existen veces en que la
suerte y la vida te reconforta con algo maravilloso que te crea un nuevo
corazón, una nueva sangre pura y latiente al full, para seguir viviendo en esta
absurda pero maravillosa vida.”
-¿Genial no?, sí,
es genial estar fuera, es genial haber dejado atrás ese lastre, nuestra persona
en cuestión logró la catarsis al desahogarse y quitarle el control a su ex,
además de vivir cosas que le apasionaban, como el teatro. Es por ende una
persona afortunada, víctima, pero resiliente y triunfante. Tiene la fortuna de vivir
este momento en el aquí y el ahora y ya no desperdiciar más su vida, ni mi
tiempo en pensamientos imbéciles de recuerdos vanos e inservibles.
Comencé este blog,
para canalizar el caso de nuestra persona en cuestión, para lograr el que se
desahogara, para ayudar a quienes se encuentren en situaciones relativas, lo
comencé con el nick “broken heart survival” (sobreviviente de un corazón roto),
en la mínima esperanza de que algún día pudiera mucha gente, so solo esta
persona, llamarme así y no sucumbir al destino. Hoy lo hemos logrado, nuestra
persona puede llamarse “broken heart survival”, porque al final, ¿no todos lo
hemos sido? Es el ejemplo en este momento de una luz de esperanza para quienes
estén en el estúpido abandono donde no los valoraron.
El shot de
adrenalina, el shot de sensaciones y de todo lo que siente le hace estar de pié
y feliz, sobreviviendo a un corazón, más que roto, destrozado. Así que vean el
ejemplo una vez más, y si tienen suerte de que la vida los consienta como a esta
persona con un resurgimiento, con una nueva esperanza de encontrar a alguien
más, valórenlo al máximo y vívanlo, no intenten como esta persona seguir
hundidos por alguien a quien de verdad ¡le vale madres lo que te pase! Aferrérrense
de esa mano que, quieran o no, los sacará con gran fuerza del hoyo, a pesar de
que ustedes a penas y la puedan tocar y tengan la esperanza para dedicar algún
día una canción como la de hoy y a pesar de que en la letra hay un ruego por
regresar y que en la vida real esa persona no regrese y esté feliz, ¡no importa!,
el chiste es el orgullo de estar bien y feliz.
P.D. “Gracias
amigos, gracias especialmente a esa mano que me sacó de una vez por todas del
hoyo y que me sembró un nuevo corazón, con humanidad, amor y ternura”
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