viernes, 4 de septiembre de 2020

¿Qué le pasa a la gente que está decepcionando a los demás?

¿Qué está sucediendo que solo les importan ellos mismos y el dinero?

¿Dónde está el cariño y el amor?

¿Cómo es posible que no les importe mostrar el cobre?

 

De por sí el 2020 se volvió tóxico y violento, además de que venimos de una racha en la cual había muchas muertes, luego el sismo del 2017, más muertes, pésimos gobiernos, miedos, cambios, menos dinero y para acabarla, la pandemia…

Desconozco si el virus que muchos dijeron que todos tendríamos, aunque de diferente manifestación, sea el que esté poniendo tan de malas a la gente, dicen… “DICEN”, que la gente con el virus es muy irritable, que se pone de malas y saca su peor cara, entonces me pregunto yo ¿será que esa es la manifestación del mugroso bicho apoderándose de los seres a quienes ocupa, mientras el sistema inmunológico lo combate?

Vaya qué horrible y qué difícil.

Nos encontramos sobreviviendo a miles de cosas nefastas, el pelear con la vida y sus destinos que no nos agradan y encima, enloquecer de esa forma, es algo atroz.

No sé si a ustedes les ha ocurrido, pero en mi entorno lo he visto muchas veces ya. Personas que dicen querer a otras y al final hartarse sin razones de peso, simplemente decir que son ellos, que son procesos o simplemente pasar al cinismo donde se muestran patanes o tóxicas evidenciando una personalidad que resulta contraria a lo que habían sido. Gente que, a pesar de que no hay trabajo, cuando llega, se ponen de malas, quedan muy mal y hacen quedar mal a las otras personas que son formales, cuando no había sucedido así. Personas que habían sido puntuales con rentas, por ejemplo, ahora con lo de las prórrogas, no solo no habían pagado o ni hecho el intento, si no que cuando les comienza a ir bien, quedan mal en los acuerdos o, a pesar de haber dado su palabra, la rompen y se echan para atrás como si estuvieran en lo correcto.

Ha sido un fenómeno muy general, en mi persona puedo decirles que he estado muy de malas, pero también me ocurrió el lunes, nunca vi venir el golpe y hasta el aire me sacó del estómago, dejándome una decepción, vacío e incertidumbre de alguien que consideraba de otra forma.

El domingo hubo muchos accidentes y de ahí, solo he escuchado a la gente, quejarse de la gente y estar harta de que no cumplan sus acuerdos. El tiempo de encierro, el tiempo de espera, ha hecho merma y parece ser que solo sobrevivirán las personas que de verdad se mantengan de pie y en lo dicho.

Hay que recordar algo que se nos está yendo de las manos, a pesar de que la vida te pone en condiciones muy absurdas y difíciles, en las cuales, a pesar de querer ser buena persona, terminas cometiendo algún error en busca del bien final, eso no es nada cuando lo comparas con todo lo que está ocurriendo alrededor.

Mi hermana dice que es el “apocalipsis”, en su tono irónico, pero ahora no le veo la gracia, más que la desgracia y la cereza del pastel es que las personas se están corrompiendo de una forma muy fea, la amistad, el cariño y el amor están denigrados y, como mencioné, ya solo importa el dinero y si no, pues no les importa nada.

 

Solo nos resta a quienes estamos del lado que aún tenemos, en medio de esta triste verdad, algo que nos hace ver esta realidad, rescatar lo poco que nos quede y conservarlo, porque de verdad, desde los cínicos legisladores autoritarios, prepotentes y avaros, hasta los de a pie sin escrúpulos, están haciendo que nos cargue el payaso en una vida que es invaluable y hermosa, pero que los demás insisten en denigrarla a “posición” “poder”, ser millonarios, pero vacíos, eso, no es éxito, eso es… solo materialismo e interés, llamado muchas veces prostitución y no tiene que ver solo con sexo…