lunes, 23 de marzo de 2009

Comencemos por el final

Comenzaremos este blog con una historia de una muy, pero muy cercana persona, sin embargo es la historia de todos nosotros en toda su diversidad y género, de la cual intentemos aprender, porque “de lo perdido, lo que aparezca” y ante todo exprimirle a la vida de sus malos momentos, esa dosis de experiencia que nos nutre para poder seguir caminando mientras la vida nos lo permita.

En la esperanza de encontrar una solución, un milagro y por lo menos un consuelo, alguien acudió a mí, por la confianza era la única tablita en el mar para sujetarse antes de dejarse ir en el azul profundo para perder su último aliento, comenzando su historia así:

“El Día 12 de marzo del 2009 cumplimos 4 años de relación, poco nos duró el gusto a mi pareja y a mi, discutimos el viernes 13 de terror, y después de una semana, el viernes 21, de la nada me dijo que ¡me había dejado de amar!

Es increíble como puedo estar aquí sentada sin haber comido casi nada en 2 días, más que yakult, el cuerpo me tiembla un poco, el dolor en el pecho y estómago son el reflejo del sentimiento de pérdida y de ese ser que se muere y su cadáver está en tu tronco….”

De esta forma comenzó una historia, en el abandono, en la desesperación misma por sobrevivir, pero en las ganas atroces ante lo inevitable, de sucumbir.

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