05/02/2025

De los suicidios en Oriente

Hace varias décadas conocí a una chica que vivía por el oriente, a donde fuimos algunas veces. Una de esas ocasiones pasamos por una calle habitual donde vivía una conocida de ella, de la colonia, en su casa había un moño negro y en el balcón del primer piso, se veían varias veladoras, ella solo dijo “¿qué habrá pasado?” y la fuimos a dejar a su casa. La siguiente vez que la vi, le pregunté al respecto, me contó una historia real muy triste, me dijo: “¿conoces la canción de Vico C, “Recuerdo” ?, le dije que sí, me dijo: “Pues así le sucedió a esa chica, es muy triste, mira, ella conoció a su novio en la universidad, fueron almas gemelas y era una relación muy bonita hasta que la truculenta vida se metió como lo hace tantas veces. Ella estudiaba mucho la carrera de medicina, él ingeniería y a veces ella no podía salir tanto como él quería y le decía que se fuera él a divertir que ella no tenía tiempo, él sintió como si ella no lo amara porque no comprendió que ella quería estudiar para que cuando formaran una familia pudieran tener un mejor futuro, pero él no lo entendió porque ella no se lo explicó. En una de esas salidas otra chica le sonrió y lo trató bonito, él, a pesar de amar tanto a su mujer, como él le decía, cayó desde la vulnerabilidad de lo que él decía que era abandono por parte de su novia y, aunque la nueva chica le ofrecía nuevas emociones, no se comparaba con el amor de su novia. Ellos salieron algunas veces, en una de esas salidas, la fiesta fue a unas calles de la casa de su novia, una amiga de ella lo vio y fue corriendo con el chisme a decirle a su novia, ella, incrédula fue a verlo y lo encontró abrazando a la otra, sin decir nada regresó a su casa, se encerró en su cuarto a llorar amargamente, sus papás y hermanos quisieron quitarle la aflicción, pero no podían, hasta hablaron con el novio, pero él decía que si no era ella quien lo buscara, no creería que su novia por fin tendría tiempo para verlo. La novia les dijo a todos que entonces ya no quería vivir y menos vivir una vida vacía sin él, una vida en donde él estaba con otra y no venía a su puerta a pedirle perdón, una vida atroz llena de tristeza porque solo lo quería a él, él era su más grande motivo y por él ella se estaba tratando de superar. Les dijo a todos que ya no quería vivir y todos le decían que ella tenía que vivir por ella, no por alguien más y que había mil peces en el mar, no solo él. Ella decía, que solo lo quería a él, que sin él ya no tenía caso vivir. En menos de dos semanas ella no quería comer y les decía a los demás que la dejaran descansar, que ya no quería vivir y todos le decían “Ya, ya, ya, se te va a pasar, no hay mal que dure cien años”. Una noche, ella les dio las buenas noches a sus padres con un beso en la mejilla, les dijo que no quería cenar, que estaba muy cansada de llorar y que subiría a descansar de una buena vez. Al siguiente día, nadie la fue a despertar, ya no lo hacían porque ella solía llorar hasta quedarse dormida y despertar hasta que la dura realidad la abofeteara, no obstante y al ver que ya eran casi las 7 de la noche, la fueron a buscar, no la vieron en su cuarto, la buscaron en la casa, hasta que alguien salió al balcón de su cuarto, en donde ella yacía medio colgada de una cuerda. 

Varios años después, me llevaba con algunas amistades, una de ellas, Angy, dueña de una estética que conocí porque acudí a cortarme el cabello, nos recibía para cotorrear con ella y su asistente, era muy divertido, porque todas teníamos unas ocurrencias muy buenas. Recuerdo que ahí, entreteníamos a los clientes, la asistente que le tocaba retocar las patillas con navaja en mano, llegaba y les preguntaba a los clientes: “¿qué salvo? ¿ceja u oreja?” y obviamente la gente se botaba de la risa y ya solo respondían que las dos. Yo me aventaba varios chascarrillos que hacían muy amena la estancia, algo así como un “Stand Up Comedy”, pero sin nada de profesionalismo, pero muy ligero y ameno, además de que a veces nos juntábamos ahí para ir a ver los partidos de futbol rápido o después comíamos tacos a media cuadra. De esta manera pudimos conocer a varios vecinos- Enfrente del salón que estaba en la esquina, había una casa y era de los “gordos del gas”, se imaginarán porqué les decían así, papá gordito, pero los dos hijos mucho más, con sobre peso considerable, pero, aún así, eran los que surtían gas en la zona. Uno de los “gordos” comenzó a ir a platicar con Angy y conmigo, siempre se le veía nostálgico y a lo largo de un par de meses nos contó de una chica de la que estaba enamorado y que lo había dejado por su peso, aunque él la había amado con todo el corazón, hasta creía que se iba a casar con ella. Una de esas noches nos dijo: “ay amiga, neta que ya no le veo caso a la vida, estoy cansado, triste, vacío, nadie va a querer estar conmigo con este peso y por más que me quiero poner a dieta, nos dicen que es de familia y que nos resignemos y yo, la verdad, ya no le veo caso”, yo obviamente le dije que tratara de tranquilizarse, de calmar un poco su tristeza, que había más cosas en la vida. Él insistía en que no, en que ya no quería seguirle, en que extrañaba mucho a su ex y que ya no tenía motivos para vivir, sobre todo porque cada vez que llegaba a su casa y quería contarle esto a su familia, ellos se burlaban y le decían “¡Nada de que ya no quieres vivir, aquí se vino a chingarle, ‘usté” es hombre y no venga con sus lagrimitas jotas y te guste o no, así debemos de hacerle, a la fregada la vieja esa, hay muchas más, ¡muchas! ‘usté’ levántese, a trabajar y a seguirle! Y ya deje de estar friegue y friegue con que ya no quiere vivir y que se va a matar, no nos venga con esas tarugadas.” Me dijo que así le decían y que no le creían que él ya no quería vivir. Yo solo recuerdo haberle puesto la mano en el hombro apretándoselo y decirle que lo entendía, que entendía de alguna forma cómo se sentía, pero que yo no encontraba las palabras que él necesitaba oír para que siguiera adelante, pero que tratara de intentarlo, que la gente si él se iba, se iba a poner triste. Solo me respondió que solo sería una muerte más en el barrio. Ante estas cosas te quedas estupefacta y no tienes idea de qué hacer o decir, aunque recuerdo que comprendía su sentir, tal vez porque yo venía de los 4 años más pesados de mi vida y eso me había dado como que la lección de empatía ante esta soledad y esta rabia que le tomas a la misma vida que se burla de los seres humanos una y otra vez.

Al siguiente fin de semana que fui, Angy me saludó, me tomó de las manos y me sentó en una de sus sillas en la estética, ella se sentó enfrente y me comenzó a relatar que el gordo, 5 días antes, llegó a su casa, todos estaban abajo cenando, su mamá le dijo que se sentara a cenar, él les respondió que no tenía hambre, que ya no quería nada, su papá volvió a decirle que se dejara de pendejadas y que se sentara a cenar, él solo los volteó a ver y llorando les dijo, “ya no les voy a estorbar”, comenzó a subir la escalera hacia su cuarto, el cual era el más alto en la vivienda de tres pisos, entró a su habitación, sacó su arma de debajo de la cama, su familia escuchó un disparo y cuando subieron ya no pudieron hacer nada.

 

 

 

Muchas veces en la vida nos pasa por la mente atentar contra nosotros mismos, algunos lo logramos, algunos no. El problema radica en la falta de entendimiento, hasta el día de hoy, en cuanto respecta al sentir de la persona que no quiere vivir y ni siquiera los expertos han podido encontrar una solución para esta problemática cuando la persona ya hizo todo y ya no encuentra salidas.

En el caso del desamor, los psicólogos, tanatólogos y terapeutas, así como muchos amigos, le dirán a la persona que debe de salir por sí y para sí misma, que nació sola y que sola se va a ir. Dirán también que la otra persona tiene “el derecho” de irse, aunque esté bien o esté mal, tiene “el derecho” de irse, que la vida es así, que “nada dura para siempre” y que la realidad es así. Frases que solo van a tronar más y más las grietas de ese corazón roto, de esa vida cuarteada y que solo lastiman más y más y en vez de ver luz, cada vez se hunde más en el abismo negro. 

Frases que se contradicen a cuando te aconsejan cuando se inicia una nueva pareja o la gente se casa: “hasta que la muerte los separe”, “deben de honrarse uno al otro”, “se deben ser fieles”, “deben amarse y luchar por siempre salvar la relación”, etcétera, etcétera, etcétera. 

Así es: contradictorio completamente. Solo te hablan dependiendo de la situación.

Lo que sí sucede es que los familiares y amigos sienten feo de que esa persona ya no quiera estar, muchos se hartan de que a diario esa persona llore y le dicen “¡ya! ¡a la chingada! ¡ya párate!”, otros aguantan vara y escuchan 500 veces la misma historia, los mismos hubiera, pero otros se cansan y dejan de hablar o escribir, lo que merma en la persona que está sufriendo y que a veces lo entenderá y otras no.

Y la misma persona, después de gritar porque le ayuden (aunque solo una persona tiene la solución en sus manos), irá callándose poco a poco, hasta que este hartazgo de todo y de todos la lleven a tomar finalmente la decisión, buena o mala, para salir o para finalizar y es entonces cuando todos entran en esa etapa que detestaban de esa persona triste: en el “hubiera”.  Hasta esa única persona, si es que aún le ama, como en el video que retrata miles de historias, se arrepienta de no haber regresado cuando esa persona era la indicada. Siempre es “demasiado tarde”. El ser humano es estúpido por naturaleza y comete muchos errores, sobre todo, no tener la fuerza de decir no a tentaciones y no luchar las veces que sea necesario cuando hay verdadero amor.

 

Y esa persona se va a ir diciendo que ya no quiere luchar por sí misma, que ya no quiere salir para sí misma, que no quiere estar sola, que quiere a “esa persona” porque ya lo vio bien desde la valorización de los “hubiera”, desde la etapa de resignación fría en la que también se valora todo, y se reconocen todos los errores y se puede cambiar, pero ya no le dan la oportunidad, pero los demás dan todo por sentado y se burlan de la persona, hasta que ésta logra dejar de respirar.

 

 


 

 


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