jueves, 7 de mayo de 2009

Paréntesis Precautorio

A pesar de que amo al D.F. ¡odio que toda la ciudad esté en “construcción”!, ¿a quién se le ocurre poner en obras a casi toda la ciudad? Si vas a Iztapalapa: hay obras, si vas a Tláhuac: hay obras, si vas a circuito: hay obras, si vas a Revolución o Patriotismo: hay obras, si vas a Satélite: hay obras, si vas por aeropuerto: hay obras, si vas a Coacalco: hay obras, o sea, ¡Por los dioses!, en serio hay que sacar el mayor hueso antes de que termine su periodo. No les importa que si la ciudad, de por si, tiene un tránsito muy complicado, ahora imagínense cómo es viajar del sur a norte a las 12:00 am, (o sea media noche) y tardar como si fueran las 19:00 hrs, por las obras Bicentenario? Eso sí, si te desvían y no conoces, ya te cargó el payaso, porque nadie te orienta.
¡Cómo odio las obras viales, cuando no son planeadas! Recuerdo mis días en la facultad, donde los profesores se burlaban de las cifras estratosféricas que las autoridades declaraban tanto en costo monetario, como en tiempo. Solían decir que con menos de la mitad de ese dinero, se podría hacer lo mismo, pero en un cuarto de tiempo (trabajando mayormente por la noche) ¡y con 2 veces mayor calidad! (durabilidad y seguridad) ¡¿Cómo ven el hurto?! No en vano nos da pánico tomar el segundo nivel elevado.
Ah eso sí, “levantemos las banquetas y re-encarpetemos lo que se pueda”. Un profesor del Politecnico y uno de UNITEC, planteaban la misma teoría, claro, si todo fuera hecho con una mezcla, no recuerdo bien de qué, pero muy parecido al que se usa en la vía del metrobús, no habría casi baches, el recorrido sería más suave, duraría casi 7 veces más (esto es, años más), pero obviamente no hincharía aquellos bolsillos. Si alguien ha tomado la autopista que va hacia “San Juan de los Lagos”, podrán saber a qué me refiero, es una autopista que presenta menos reflejos de sol, por lo tanto más segura, recuerdo que cuando fui con mi mamá a ver a la Virgen, subí la velocidad a 195 km/h, en un Thunderbird SC ’93, que a pesar de ser viejito, se sentía fenomenal, claro, esto lo hice en recta, y por un par de minutos solamente. Ahora, aunque pases en coche, bici, o moto el eje central, se siente inmediatamente “la unión”, tan mal hecha del nuevo pavimento del eje, y miren que después de manejar moto, les puedo decir cómo se sienten los baches, además de que todas las coladeras quedan como “baches”, o como “topes”. ¡Odio que pavimenten con las patas!
Ahora el metrobús, en serio, por más accidentes registrados, lo siguen construyendo y expandiendo, a pesar de que en Insurgentes a la altura de la Glorieta se vuelva un cuello de botella al hacerse prácticamente de un carril, o al tomar Eje 4 sur y al pasar Tlalpan en el carril cargado a la izquierda y subir, a las 4 cuadras desaparezca literalmente el carril donde viajas, o das vuelta a la izquierda, o te estampas contra pared. ¡Odio el metrobús!
Y lo más importante son eso: LOS ACCIDENTES, a los cuales las autoridades permanecen sordas. A finales de marzo, caminaba sobre Tlalpan, justo donde están los 2 pasos a desnivel de Luis Spota y Eje 6 sur, cuando vi mucha gente asomada hacia Eje 6 observando un accidente. ¡TENGAN MUCHO CUIDADO!, pues en verdad resulta algo que está fuera de cualquier precaución: sabrán que Eje 5 sur y Eje 6 sur, cambian su sentido a determinada hora, obviamente los “polis”, ya que no les puedo llamar de otra forma, no se ponen de a cuerdo, o de plano no hacen nada: imagínense a una persona (BMW rojo) que viaja de Oriente a Poniente (en el cambio de sentido de la mañana), la cual tranquilamente baja el puente, toma la curva y al salir de ella… Otra persona, a la que seguramente los “polis”, le indicaron que “ya podía circular” (en el cambio de horario), hacia el sentido “normal” y siendo el primer vehículo que retoma el cause de poniente a Oriente (o sea Eje 6 hacia Iztapalapa), baja en su auto Plata y de la nada: ¡MADRES!, se impacta de frente con el BMW rojo, ¿de verdad fueron los conductores los de la culpa? ¡Claro que no!, a una velocidad promedio de 40 km/h, a la que bajas es imposible poder frenar o esquivar algo que nunca piensas que va a suceder, porque supuestamente la vía está “vigilada”, para que esto no suceda, no puedes, simplemente: no puedes hacer nada. El BMW no estaba más de 10mts fuera el puente y el auto plata, que iba entrando, no pudo verlo, porque obviamente estaba debajo del puente donde no hay luz y además de que a esa hora el sol le da de frente al conductor que va de poniente a Oriente (auto plata), para cuando el BMW salió del punto ciego, ya era demasiado tarde, ¡Como odio a los Polis!
Así que por favor, no confíen en las autoridades, ahora hay que viajar con horas de anticipo, a una velocidad baja, para evitar los “baches”, o “topes”, donde se te enchuecan los rines o se quiebran y no te queda otra que pagar tú el desperfecto, antes de ir a perder horas tratando de que las autoridades te paguen (lo que si llega a suceder puede ser en meses, además de que tienes que llevar foto del lugar donde sucedió). Ya sea por falta de o nuevo pavimento, y si estás justo ahí en el cambio de horario, serás tú el responsable en la mayoría de los casos. Así que es mejor de plano llegar tarde a donde vayas, porque si te toca el cambio de horario y sentido es mejor esperar hasta que veas que van varios vehículos delante de ti, ¡caray!.
Así que como Gargamel odiaba a los pitufos, yo ¡odio esta clase de cosas!, aunque como mencioné, aún me agrada el D.F., con todo y el broche de oro: ¡La influenza! y para sentir que estamos vivos: ¡unos grados más al termómetro!
¡AMIGOS: EXTREMEN, DE VERDAD ¡¡¡EXTREMEN!!! PRECAUCIONES
!.

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