miércoles, 15 de abril de 2009

Despierto o Dormido

“En una llamada telefónica se desahogó una parte de dolor:

“Me llegaba una noticia atroz, algo que estalló en mi pecho, me punzó el alma y el corazón, era aún más grande mi negación a aceptar la realidad, lloraba y casi rasgaba mis vestiduras, la desesperación era gigantesca, el no haber podido estar ahí, el que me negaran el momento, todo se derrumbaba y a pesar de que era un sueño, el sentimiento era agudo, lacerante, quisiera que comprendieran a qué grado se puede sentir ese dolor cuanto te dicen “ha fallecido”, ¡y no estuviste a su lado, estuvo alguien más!, corríamos hacia el lugar donde me decían que ya todos se habían marchado, en ese escritorio se encontraba un libro donde anotaban el nombre de las defunciones, me acerqué con el mayor de los temores y cuando leí su nombre completo, rompí a llorar desesperadamente, la dependiente me dijo que me calmara, pero el mundo me estaba aplastando, le pregunté por donde ir al lugar, me dijo que primero subiera al edificio (al fin sueño), y que entrara al 102, en medio de la conmoción llegué a la habitación, la cual era a lo que era nuestro cuarto en la vida normal, toda estaba adornada con tarjetas plata con gris, globos metálicos, en nombre de la celebración del aniversario de ambos, de repente salió de la nada y de un brinco me abrazó y me dijo que le perdonara y que me amaba. ¡Estúpido inconsciente! ¡Estúpido sueño!, le había jugado una broma idiota a mi propio ser, primero sentí el mundo encima, luego entre el dolor, le recuperé y después me vi, platicando con alguien, a quien le rogaba que le dijera que le amaba, que regresara conmigo, que me dijera si había una esperanza, solo movía la cabeza de un lado al otro como diciendo no te puedo decir que no, pero tampoco decirte algo. Nuevamente me quedaba en soledad, en medio de mil personas que estaban en el departamento, pero solo me sentía a mí propio ser.”

Así es como uno mismo se estrangula el alma, al tratar de reprogramar en la mente que no volverá, el inconsciente te juega malas pasadas, muy frías y crueles, como la misma realidad. Tal vez también te dice, que de verdad esa persona está muerta, esa persona que te amó y a la que amaste, está muerta y aunque te aferres a que de la nada resucite y regrese a ti, tu inconsciente la ha matado, pues sabe que nunca sucederá.

http://www.youtube.com/watch?v=L7F4wRL5J9s Thalia – Pienso en ti.

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